Yatta llegó al santuario cuando solo era un bebé elefante y en él pasó 10 años. Cuando estuvo lista, la devolvieran a la naturaleza para que pudiera unirse a la mandada y vivir como deben vivir todos los elefantes, libres en la jungla.
Pero Yatta no olvida a quienes un día la cuidaron y ahora que se ha convertido en madre, ha querido traer a sus cuidadores lo más valiosos que tiene en la vida, sus hijos, Yetu y Yoyo.
Yatta ha vuelto al santurio para que todos conozcan a sus pequeños y el hermoso instante ha sido grabado y compartido para que todos podamos disfrutarlo. Abajo pueden ver las hermosas imágenes:
Se me llena el corazón cuando que veo que hay tantas personas que se preocupan por los animales y trabajan por su bienestar. Y está claro que los animales aprecian el esfuerzo y nos lo agradecen. ¡Comparte esas bonitas imágenes!