Sharon metió al animal en una jaula porque sabía que los perros abandonados podían ser agresivos con los humanos.
Luego llamó a un refugio para animales, y les pidió que vinieran a buscar al «perro» y le proporcionaran la asistencia necesaria, allí mismo.
Y fue entonces cuando Sharon se dio cuenta de que no se trataba para nada de un perro lo que estaba fuera de su casa – sino un coyote.
El coyote estaba tan desnutrido y maltrecho que uno no podía ver los rasgos típicos que caracterizan al depredador.
El personal del refugio no pudo asistir al coyote en casa de la mujer porque ellos no estaban especializados en animales salvajes de ese tipo. Y procedieron a llamar a personal extra para que les mandaran ayuda.
Los especialistas proporcionaron al coyote la asistencia de urgencia que precisaba y le colocaron una venda caliente. Luego le dieron algo de comer y poco a poco el animal fue recuperando las fuerzas perdidas.
El coyote hembra recibió el nombre de «Princesa» y rápidamente hizo nuevos amigos en el refugio. El coyote que antes se sentía muy débil y abatido ahora disfrutaba de sus nuevos compañeros. Pero no hay que olvidar que el animal pertenece a la naturaleza libre y salvaje.
Pasado un cierto periodo los tres coyotes del refugio estaban totalmente recuperados y pudieron volver a su hábitat libre de nuevo.
Mira la alegría con la que «Princesa» y los demás coyotes volvían de nuevo a ser libres.
¡Qué increíble transformación! No sabemos el motivo por el que «Princesa» apareció en la puerta de la casa de Sharon. Pero la mujer sintió lástima al ver al animal tan desnutrido y débil. Queremos agradecer a Sharon y a todos los animalistas todo lo que hicieron por salvar la vida del coyote.
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