Martin nunca creyó que volvería a ver a su querido amigo. Los años pasaban y aprendió a vivir con esa triste sensación,
Estaba completamente seguro de que Tomas Junior había muerto.
Pero estaba equivocado.
Más de una década después -más concretamente 14 años después- Martín recibió una llamada completamente inesperada.
Hace una semana le llamaron por teléfono y Martín contestó.
Era el antiguo veterinario de su gato. Le comentó que su desaparecido gato había sido rescatado de vivir en las calles.
El veterinario le explicó que las autoridades tenían el gato con ellos- y que le habían identificado por el microchip que llevaba. A los gatos se les puede colocar un microchip a partir de las seis semanas de edad, y así ser identificados de por vida.
Y precisamente por este medio Tomas Junior pudo ser identificado por los veterinarios y las autoridades como el gato de Martin.
Imagínate tener una llamada de ese tipo 14 años más tarde. Martin dice que reconoció enseguida la cara de su gato. Ahora está sentado feliz en las piernas de su amo y ronronea. .
– Martin tiene la sensación de que su gato sabe que está en su casa.
¡No puedo imaginar lo terrible que debe haber sido para Perry Martin tener que separase de su amado gato de esta manera!
¡Comparte esta maravillosa historia y muestra lo importante que es marcar a las mascotas de con un microchip electrónico!