Abandonan para que muera a perrito Charlie – pero recupera sus fuerzas gracias a que este amigo de los animales hizo lo correcto

A veces parece que no hay límite para la crueldad contra los animales. Incluso los más devotos amigos de los animales quedan  impactados cuando ven algunas de las heridas infligidas a algunos animales.

El antiguo dueño de un perrito llamado Charlie lo abandonó y lo dejó morir.

Pero el pobre animal fue hallado en un montón de basura y envuelto en plástico a punto de morir.

Advertencia: estas imágenes podrían afectar la sensibilidad de algunos lectores.

Natlie Barbet

Afortunadamente, Charlie fue descubierto por unos amigos de los animales que lo llevaron al hospital. Los veterinarios no podían creer el estado deplorable en el que se encontraba.

Su cara estaba hinchada debido al maltrato recibido, pero eso no era lo peor: cuando los veterinarios miraron dentro de su boca sintieron náuseas. Sus dientes estaban podridos y su nariz y labios completamente destruidos.

Philadelphia Animal Hospital

Los veterinarios dieron a Charlie analgésicos y le practicaron una cirugía plástica. Sus encías y el interior de su boca, que había sido destrozada por parásitos, estaba destruida y tenían que ser eliminadas. Durante varias semanas, los veterinarios le quitaron trozos de nariz y rostro. Comer era doloroso para Charlie, pero sus rescatadores le dieron pacientemente pequeños trozos de comida para que recuperara fuerzas.

Philadelphia Animal Hospital

Cuando Charlie recibió los cuidados y el amor que necesitaba era como cualquier otro perro. Incluso estando débil, trató de jugar con el personal en el hospital. A pesar de sus horribles experiencias previas con la gente, mostraba confianza con quienes lo salvaron. ¡Qué perro más dulce!

Charlie también hizo una amiga: Natalie Barber, una voluntaria en el hospital de animales. Después de tres meses de cuidados intensivos, Charlie estaba lo suficientemente bien como para abandonar el hospital y encontrar un hogar de acogida. La elección fue simple y Natalie se lo llevó a su casa. Su familia ya tenía a un perro y todos querían que Charlie fuera el perro que su anterior dueño no le dejó ser.

Natalie Barbet

Durante la rehabilitación de Charlie, los veterinarios encontraron un microchip que les permitió localizar a su anterior dueño y denunciarlo a la policía. Pero lo más importante fue que Charlie ahora tiene un dueño que cuida de él y lo trata como todos los animales deberían ser tratados: con amor, cuidado y respeto.

¡Un gran gracias para Natalie, una verdadera amiga de los animales y un modelo para todos nosotros!

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