Funerario permite a perro que dé su adiós final a su querido dueño

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La familia cuenta que durante los 10 días siguientes al fallecimiento de su dueño, Sadie casi no comía y no quería dormir sola.

Solo tenía ocho semanas cuando llegó a su nueva casa y ha sido un miembro muy querido  de la familia.

Tenía un vínculo muy fuerte con sus «padres humanos».

Flickr/Alan Levine

Nadie pudo prever la repentina muerte del dueño.

Cuando el personal sanitario se dio cuenta de que no se podía hacer nada para salvarlo, Sadie se tumbó a su lado, colocando su húmeda nariz en la mano de su dueño.

Julia Beaulieu, la dueña de Sadie, estaba también destrozada por el fallecimiento de su marido, y de inmediato se dio cuenta de lo afectada que estaba Sadie por la repentina muerte de su dueño.

Flickr/Rusty Clark

Julia se dio cuenta de que Sadie estaba deprimida

Sadie se pasaba mirando largo tiempo por la ventana y esperaba preocupada a que su dueño volviera a casa. Como casi no comía, bajo cinco kilos de peso.

Julia comprendió que Sadie necesitaba una despedida y decidió llevarla al tanatorio, donde se encontraba su esposo.

Uno de los trabajadores había preparado el ataúd para la visita.

Sadie y Julia fueron juntas a la habitación donde se encontraba el ataúd abierto con el cuerpo del esposo.

Cuando Sadie vio a su dueño se quedó en shock. Pero pasados unos minutos se relajó de nuevo y entonces comprendió. Su dueño había muerto y nunca más volvería a casa.

Cuando Sadie y Julia volvieron a casa, la perra comió su primera comida en diez días.

Tras la visita Sadie tuvo el adiós que necesitaba para continuar adelante con su dolor.

Qué bien que al menos Sadie y Julia se tienen la una a la otra en estos momentos difíciles. Y qué hermoso que la funenaria permitiese a la perrita despedirse de su dueño. 

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