El cachorro Nubby nació sin patas delanteras.
El pobre perrito solo había vivido cuatro horas cuando el veterinario dijo que lo mejor probablemente era dormirlo para siempre.
Pero el papá humano de Nubby tomó otra decisión.
El comienzo de vida de Nubby no fue nada fácil. Nació sin patas delanteras y tenía dificultad en acercarse donde su mamá para amamantar. Su mamá lo aceptó, pero los hermanitos solo lo empujaban para que no pudiera comer.
Y además los veterinarios pensaban que lo mejor para Nubby era ser dormido para siempre.
Pero Lou Robinson, de Texas, Estados Unidos, que con su esposo había adoptado a perros que nadie quería durante toda su vida, tenía otros planes.
Rápidamente decidieron no hacerle caso al veterinario y encargare ellos mismos de Nubby. Ellos se llevaron al perrito a casa y lo cuidaron con todo el amor del mundo. Lo alimentaban con biberón, estaban pendientes de él las 24 horas.
Al principio parecía como si Nubby estaba bien.
– Sus ojos se abrieron, sus orejas se desarrollaron. Uno lo podía escucharlo ladrar. ´Él olía y podía reconocer voces, le dice Loui Robinson a The Dodo.
Luego las cosas empezaron a cambiar.
Cuando Nubby tenía casi un mes de repente empezó a estornudar. Ya no podía hacer caca y burbujitas salías de su nariz.
Unos rayos x mostraron que algo estaba mal con el esófago del cachorrito. Le dieron antibióticos y lo pusieron en una incubadora.
La situación parecía ser grave, pero Nubby era un luchador y no se quería dar por vencido.
Él luchó y luchó y sus papás humanos también hacían todo en su poder para que Nubby se recuperara.
Afortunadamente Nubby se fue mejorando. Ya han pasado varios anos y el pequeño cachorrito resultó siendo un guerrero.
Que conste que Nubby ha pasado por muchos momentos difíciles, pero él jamás se ha rendido y nos ha mostrado que todo es posible. La familia Robinson ha creado una página de Facebook donde podemos seguir sus aventuras.
Según lo que vemos publicado ahí, Nubby parece estar más bien que nunca.
Nubby ha crecido y hoy en día es un perrito fuerte. Le gusta jugar y es muy curioso. Además tiene su propia silla de ruedas para que le quede más fácil moverse y jugar.
Nubby es una inspiración. Él nos muestra que está bien ser diferente, que la vida hay que aprovecharla.
El veterinario opinó que lo deberían sacrificar, pero con la ayuda de Lou y Mark Nubby ha mostrado que todo es posible.
Comparte para rendirle homenaje a este perro fantástico. Y gracias a Lou y Mark por ese trabajo tan fantástico que han hecho.