El indefenso perro continuó dando vueltas alrededor del agujero que lo había aprisionado cuando el día se convirtió en noche. Finalmente, recurrió a tumbarse junto a una gran rama de árbol para buscar refugio y un poco de calor, si llovía.
Pasaron dos días sin esperanza de ser rescatados, y al tercer día el cachorro escuchó algo a lo lejos: voces humanas.
Empezó a ladrar para alertar a los transeúntes de su situación; sus ladridos se hicieron cada vez más fuertes cuando se dio cuenta de que eran humanos y se estaban acercando. Varias caras miraron hacia el agujero y una mujer lo llamó para tranquilizarlo.
El alivio que debió de sentir el pobre perro cuando vio a la mujer bajar al agujero debía ser mayúsculo. En ese momento, él sabía que estaba a salvo y su cola comenzó a mecerse frenéticamente. Él gimió y lloró lágrimas de alegría cuando ella lo levantó.
Logró levantarlo y escurrirse a través del estrecho espacio llevando al cansado y hambriento perro en sus brazos.
Mire este maravilloso rescate en el video a continuación. No podrás evitar sonreír.
¡Gracias a Dios que este dulce perro finalmente fue liberado de su desesperación y soledad! Por favor, comparte para rendir homenaje a sus rescatadores.