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Hay pocas cosas que me afecten tanto como cuando se maltrata a los animales. Desgraciadamente ocurren muchas atrocidades en el mundo que nunca salen a la superficie.
También hay perros que nunca han tenido la oportunidad de vivir una vida decente, como el perro Winston.
En diciembre del año pasado el fotógrafo Wesley White viajó a Belize en Centroamérica para trabajar y visitar el país.
Este pequeño país tenía impresionantes paisajes y era un auténtico paraíso para un fotógrafo como Wesley.
Pero no todo era paz y alegría.
Descubrimiento trágico
Wesley había hecho kajak y estaba buscando un lugar para hacer un picnic. Con el kajak se había adentrado a una isla desierta fuera de Belize.
Estaba completamente solo en esta paradisiaca isla. Eso era lo que creía…
En el puente del puerto estaba echado un perro. Este pobre animal estaba super demacrado y parecía moribundo. Wesley solo podía ver huesos en el cuerpo del perro.
Era obvio que al perro no le quedaba mucho tiempo de vida. Si se quedaba en la isla.
Y a pesar de que estaba muy malito, el pobre perro movió la cola de alegría al ver a Wesley.
«Mi corazón estaba a punto de explotar. El animal solo esperaba y esperaba a que alguna persona apareciera en la isla,» cuenta el fotógrafo a Animal Channel.
Wesley sabía que de ninguna manera podía dejar al animal solo en la isla. Así que subió al perro a su kajak.
El fotógrafo estaba decidido a no dejar la isla hasta que supiera que el perro se encontraba bien. Y le puso de nombre Winston.
Cuando el kajak llegó a tierra firme, Wesley contactó con los servicios sociales, que le aseguraron que llevarían a Winston al hospital veterinario para que le diera la asistencia médica que tanto necesitaba.
«Winston tenía fuertes infecciones y estaba tremendamente deshidratado. Pero por lo demás no estaba del todo mal.» escribe Wesley en Instagram.
Wesley se quedó sus últimos días en Belize junto a Winston para asegurarse de que se encontraba bien, Luego volvió a su casa en Montana en EEUU, totalmente devastado.
«Era como si hubiera abandonado a este pequeño perro» dijo Wesley.
Y ya en casa, en EEUU Wesley no podía dejar de pensar en el pobre perro. E incluso pensó en adoptar a Winston, pero ya tenía dos perro y no sabía si funcionaría.
Habían pasado dos meses y Wesley todavía seguía pensando en Winston. Y entonces se decidió por fin.
Decidió adoptar al perro. Tomó contacto con las autoridades de Belize y comenzó el proceso de adopción. Cuando todos los papeles estaban arreglados pudo encontrar a Winston de nuevo.
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Wesley voló a Texas para encontrarse con un viejo amigo – y mira su reacción. ¡Qué maravilloso reencuentro!
Ahora Winston vive en casa con Wesley, el hombre que le salvó la vida. En su casa de Montana Winston puede jugar con los otros perros. ¡La vida cambió y de la miseria pasó a la seguridad y al amor!
¡Es maravilloso ver su cambio de vida!
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