La caza es una práctica muy extendida a la que no sé por qué llaman deporte. Matar seres vivos no debería ser un entretenimiento, a no ser que sea para alimentarse por necesidad.
La mayoría de las veces, los animales no tienen forma de defenderse, pero si pueden, lo harán, como es lógico. Y este fue el caso de un ciervo al que un cazador disparó y consiguió huir.
Al día siguiente el animal se tomó su venganza.
Hace un tiempo, Mark David, un cazador de 66 años de Oregon, en Estados Unidos, disparó a un ciervo que fue alcanzado por su flecha.
El cazador pensó que el animal había muerto y pensó en volver al día siguiente a por su cuerpo, ya que era tarde y estaba oscuro, según SDPnoticias.
A la mañana siguiente, al llegar al lugar, el cazador vio al animal moverse y aprovechó para lanzarle otra flecha. Esta vez el animal se defendió y le calvó sus cuernos en el cuello. El hombre murió al instante.
Cuando jugamos con la vida de otros seres vivos, nos jugamos nuestra propia vida. Deberíamos recordarlo para evitar muertes absurdas, tanto de animales como de personas.
